Sheinbaum anuncia reformas para unificar los registros de identificación y forenses sobre personas desaparecidas
El escándalo del rancho Teuchitlán, en Jalisco, donde se han hallado restos humanos y cientos de ropas y zapatos, encuentra ahora nuevas medidas políticas para fortalecer la lucha contra las desapariciones, entre ellas la unificación y fortalecimiento de los registros administrativos y forenses que permitan la identificación de personas reportadas como desaparecidas.
Estos registros contarán con los datos en poder de las Fiscalías y servicios forenses de todos los Estados de la República. La presidenta, Claudia Sheinbaum, ha mencionado también técnicas de identificación y colaboración científica para cotejo de las identidades personales. “El eje de nuestro Gobierno está centrado en el respeto a los derechos humanos. Nuestro sentir está con las familias de los desaparecidos. Sabemos de su necesidad y anhelo de reencontrarse con sus seres amados.
Nunca vamos a confrontar a una madre cuyo, hijo, hija, hermano o un familiar desapareció”, ha dicho.
Sheinbaum ha anunciado el traslado al Parlamento de varias reformas legales que equiparen el delito de desaparición con el de secuestro y la apertura inmediata de carpetas de investigación, sin necesidad de esperar, como ahora, 72 horas desde la denuncia de una desaparición.
En lo que respecta a la información, se publicarán mensualmente las cifras que de estos casos vayan recabando las fiscalías.
El registro de personas desaparecidas en México supera los 116.000 casos por todo el país desde 1962, una larga lista que se amplía cada día y que ha originado todo un movimiento de madres buscadoras, bien conocido internacionalmente y no siempre bien atendido.
Son una legión de mujeres que dedican prácticamente su vida a rastrear en bosques, cunetas, vertederos y cualquier lugar donde les lleven las pistas que reciben. Su actividad apenas cuenta con ayudas públicas y no siempre recibe los apoyos de las autoridades competentes, cuando no son ellas mismas las que encuentran la muerte a manos de crimen por su búsqueda sin descanso.
Tampoco las declaraciones de los servidores públicos están acordes, en ocasiones, con la gravedad del problema que enfrenta México.
Especialmente polémicas han sido, este mismo fin de semana, las palabras del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien acusó a los medos de comunicación y a la oposición de “montarse en la tragedia” y cuestionó el hallazgo en Teuchitlán: “¿Quién dice que esos zapatos son de personas desaparecidas?”.

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